Las impresiones primeras que nos van llegando son de amplia y grata satisfacción. Muchas personas nos las fueron adelantando ya antes de la fiesta.
Varios detalles coincidieron en hacer de cada día de la novena un ejercicio muy estimulante. Señalamos algunas: en primer lugar, la numerosa concurrencia, muy superior a la del año pasado; además, las homilías del P. Jorge Álvarez, siempre amenas, asequibles y profundas al mismo tiempo; la aportación del grupo de canto, presente en todas las celebraciones; y el recuerdo cada día de las diferentes tareas y actividades parroquiales, convertidas así cada una de ellas en tema de oración y de compromiso evangelizador.
El gran día contó con las Eucaristías matinales de las 11,30 y de las 12,30, ésta especialmente solemne, y ambas con asistencia numerosa de fieles hasta el punto de que muchas personas en la de 12,30 no tuvieron asiento. La presencia de los acólitos veteranos en el altar y la actuación del Coro de la Grande Obra de Atocha, especialmente invitado para la ocasión, contribuyeron decisivamente a que la celebración del patrono alcanzase un singular realce, que no lo redujo a mero espectáculo sino que favoreció la participación activa de la asamblea.
Igual que en años anteriores, la Oración de los fieles prevista en la liturgia fue sustituida por la invocación al Apóstol como mediador y patrono ante el Señor, realizada en esta ocasión, por invitación expresa de la Cofradía, por Dª María Berta Tapia, ex-alcaldesa de la ciudad, conocida militante de los movimientos de Acción Católica y también cofrade. Su oración fue seguida por la asamblea con un silencio denso, creemos que pleno de atención y asentimiento.
La Eucaristía vespertina, la del cierre, tuvo también una concurrencia excepcional, favorecida por la celebración de la Feria medieval y por el anunciado concierto de los Encuentros de Música, que suele celebrarse en el contexto de la Feria. Aunque eran notorias estas características peculiares en algunos de los presentes, la celebración discurrió con la paz, el respeto y devoción a ella inherentes.
El abrazo a la imagen de Santiago sigue siendo una motivación piadosa extra que favorece la asistencia de muchas personas a las Misas del patrono.
La Eucaristía vespertina, la del cierre, tuvo también una concurrencia excepcional, favorecida por la celebración de la Feria medieval y por el anunciado concierto de los Encuentros de Música, que suele celebrarse en el contexto de la Feria. Aunque eran notorias estas características peculiares en algunos de los presentes, la celebración discurrió con la paz, el respeto y devoción a ella inherentes.
El abrazo a la imagen de Santiago sigue siendo una motivación piadosa extra que favorece la asistencia de muchas personas a las Misas del patrono.
¿Fue todo perfecto? ¿No debemos mejorar alguna cosa? A expensas de la revisión que se haga en el Consejo Pastoral parroquial, parece oportuno proseguir con la previsión de los lectores y comentaristas para cada celebración, evitando improvisaciones apuradas de última hora e imprecisiones en la proclamación de la palabra de Dios.
También es necesario que, si se mantiene el modelo de dedicar cada día de la novena a una tarea parroquial, los implicados en ellas se hagan especialmente presentes el día correspondiente asumiendo los ministerios litúrgicos de lectores, monitores y servidores de las ofrendas.
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